viernes, 19 de febrero de 2010

Confesión.

Hoy mi corazón clama por tu silencio ante una luna que se desvanece al igual que tu imagen se va borrando lentamente por la poca coherencia de mi existencia, tal vez sin ti adentro ya no tenga esta tortura que todos escriben en hojas de papel antiguo con la misma historia, o los sueños donde también soñadores han dibujado con el mismo pincel desgastado de los rostros que jamás fueron suyos.

Jamás ninguna palabra de “nunca olvidar” podría ser mas falsa que con el tiempo y trabajo interno haga su efecto, ese es el sacrificio que estoy escribiendo -tu recuerdo-, es verdad como cualquier otro es su momento; fue hermoso, placentero, pero como cualquier emoción injertada en el mundo externo se vuelva corrosiva.

Tal vez ese es el mayor temor en corromper algo que no es real y caer en las sombras, donde el sufrimiento es el monstruo que arranca la verdadera esenia de una amistad. No me quiero perderme en ese camino para no despertar en ti esa incertidumbre que cual quier hombre de esta tierra esta sujeta.

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